Viajar solo es una de esas experiencias que te marcan para siempre. Más allá del destino, se trata de un viaje hacia vos mismo, de aprender a manejar tus tiempos, de descubrir lugares a tu manera y, sobre todo, de ganar confianza para futuros viajes.
Muchas personas ya se animaron a dar ese salto, y cada vez más gente busca consejos para arrancar sus vacaciones individuales sin miedo y con más herramientas.
En este post te vamos a compartir algunos tips de viaje prácticos, itinerarios recomendados y experiencias que podés disfrutar cuando decidís viajar solo.
PRIMERO LA SEGURIDAD

Cuando viajás por tu cuenta, la seguridad es clave. No se trata de tener miedo, sino de estar atento. Acá van algunos consejos:
Avisale a alguien de confianza dónde vas a estar y tus movimientos generales. Hoy con WhatsApp es muy fácil mandar ubicación en tiempo real.
Llevá siempre una copia digital del pasaporte o DNI en la nube o en tu mail o en una aplicación.
Elegí barrios seguros para hospedarte: no te tientes con lo más barato si la zona no tiene buena reputación. Mejor gastar un poquito más y descansar tranquilo.
Tené cuidado con lo que mostrás: no hace falta andar con la cámara o el celu último modelo en la mano todo el tiempo, sobre todo en grandes ciudades. Y procurá siempre tener batería y datos para estar comunicado.
DISEÑÁ UN ITINERARIO FLEXIBLE

La libertad de las vacaciones individuales es que no tenés que negociar con nadie qué hacer. Aun así, tener un plan base te va a dar confianza.
Si viajás a ciudades grandes como Madrid, Barcelona, Roma o Nueva York, podés armar itinerarios diarios con museos, caminatas y alguna actividad nocturna.
Si elegis para viajar solo, destinos de naturaleza y aventura como la Patagonia argentina, el norte de Chile o Machu Picchu en Perú, son perfectos para trekkings y excursiones donde, además, conocés gente en el camino.
Las playas de Brasil, México o el Caribe son ideales para tirarte en la arena con un buen libro y tener cero preocupaciones. Conocé las playas secretas en Uruguay y Brasil
Lo bueno de viajar solo es que podés improvisar. Si un día querés dormir hasta tarde, nadie te va a apurar. Y si conocés gente y pinta un plan, podés cambiar sobre la marcha sin culpa.
CONECTÁ CON OTROS VIAJEROS

Un mito común es que viajar sin compañía equivale a estar solo todo el tiempo. Nada que ver. Los hostels y alojamientos compartidos son el punto de encuentro por excelencia. Muchos organizan cenas, caminatas, y tours grupales. ¿Te has preguntado qué es el Slow Travel? Acá te lo contamos.
Y desde luego, en redes sociales existen comunidades de viajeros solitarios que arman juntadas, excursiones o incluso comparten taxis, gastos y tips de viaje. Esos encuentros espontáneos muchas veces se transforman en amistades para toda la vida.
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Al viajar solo, todo se vive de manera más intensa. Aprovechá para involucrarte en la cultura local, hacer excursiones diferentes y a tu ritmo, y sobre todo, disfrutar de tu propia compañía. No volvés siendo la misma persona, eso está garantizado.
